El Barcelona se equivocó al regalar a Sandro Ramírez al Málaga

El Málaga logró este sábado su quinta victoria consecutiva en casa e igualó su mejor arranque liguero como local. El anterior dato se remontaba a 2012, cuando aquel equipo que dirigía Manuel Pellegrini con Isco, Joaquín, Baptista y compañía llegó hasta cuartos de final de la Champions League.

El tan loco como importante triunfo ante el Deportivo de La Coruña mete a los boquerones en la zona noble de la tabla y arregla el más que discreto inicio de campaña de Juande Ramos, que estuvo en descenso en las primeras semanas. El equipo ha encontrado el juego y al seguro de Kameni - sin tener en cuenta algunos errores ya con marca propia - se le ha unido el gol. Marlon Santos se ha adaptado a la perfección al cuadro gallego y Sandro Ramírez empieza a despuntar. Seis goles en 13 jornadas y ahora es el momento en qué muchos se preguntan... ¿Por que regaló el Barcelona al canario?

Es evidente que Sandro no tiene sitio en el actual once del cuadro azulgrana. Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez son intocables y sus números les dan carta blanca y confianza para rato. No obstante, tanto Munir El Haddadi como Sandro dejaron este verano el Camp Nou porque no se les veía con las características adecuadas. Es entendible que esto es un negocio y que todos no caben en el Barcelona, pero que Sandro llegara a La Rosaleda a coste cero es imperdonable. Y más todavía cuando no hace muchos meses la Premier League pujaba por el delantero. El Tottenham ofrecía 10 millones de euros por el jugador e incluso, según pudo saber Goal, el propio club le comunicó en noviembre que en el mercado invernal saldría del equipo. Finalmente, la plantilla corta y una lesión truncaron su salida rumbo a White Hart Lane.

En verano, tanto entidad como futbolista tenían claro los acontecimientos pero el Barcelona cometió un error inentendible a nivel tanto futbolístico como de gestión: regalar a un delantero de 21 años. Se liberó su ficha de un millón de euros pero no se ingresó nada. Y posteriormente se pagaron 30 millones por Paco Alcácer, cuyo nivel actualmente no dista mucho del de Sandro, si bien hay que ser justos con el valenciano y darle más tiempo de mejora. Sea como sea, el Barça vuelve a pecar de mal negociador tanto en altas como en bajas, un nuevo error que de disfraza con el éxito puramente deportivo de una de las mejores plantillas del planeta.