Saúl Ñíguez ha aparecido como un ángel ante Las Palmas. El centrocampista rojiblanco ha tapado las carencias goleadoras de un equipo que se está atascando en los metros finales, que no logra materializar sus transiciones ofensivas algo atropelladas, todo hay que decirlo.

Kevin Gameiro ha estado completamente desacertado en esas acciones que deben acabar en gol en el 80% de las veces si se quieren ganar partidos apretados como lo ha sido el de este sábado ante el conjunto canario. Ha trabajado como el que más, ha ofrecido mil y un desmarques, no ha cesado de intentarlo; pero el gol no ha salido de sus botas.

Mención aparte merece también Antoine Griezmann. No está. Lleva varios partidos sin aparecer, y eso es lo más preocupante de todo. El delantero francés baja más que de costumbre a recibir balones, a entrar en contacto con el esférico; y cada vez le vemos menos en posiciones de remate.

'Grizi' acumula nueve partidos de Liga sin anotar. 752 minutos sin ver puerta. Y eso es algo que echa de menos un equipo como el Atlético de Madrid, que ve cómo su buque insignia atraviesa su peor racha de cara a gol con la camiseta rojiblanca.

Hoy ha sido Saúl Ñíguez, un actor secundario en lo que a producción goleadora se refiere, el que ha sacado las castañas del fuego a los rojiblancos, que únicamente han anotado cuatro tantos -tres de ellos ante Osasuna- en los últimos seis partidos.