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¿Paciencia con Kangin Lee?

¿Paciencia con Kangin Lee?

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El Valencia CF tiene desde hace años a uno de esos tesoros que buscan todos los clubes europeos en los últimos tiempos, un jugador asiático que tenga buen nivel deportivo y que le abra de par en par las puertas del mercado económico en auge de patrocinios más importante de los últimos años. Para el resto de España la aparición de Kangin Lee en la eliminatoria de Copa ante el Getafe fue un descubrimiento y en muchos casos una sorpresa porque no sabían de su existencia. Sin embargo, eso no ocurre ni en Valencia, donde la mayoría de la afición sabe que el chico viene rompiéndola desde hace años en las categorías inferiores, ni mucho menos es desconocido para las secretarías técnicas de los clubes más importantes del mundo.

Kangin llegó a Valencia a los diez años buscando una prueba en el club tras haber ganado un reality televisivo en su país que fue seguido por millones de coreanos. Su familia vendió todo para poder venir a Valencia y buscar el sueño de su hijo, que no es otro que ser futbolista profesional. Ese sueño ya es una realidad de manera firme desde el pasado 30 de enero cuando el Valencia CF ejecutó una cláusula de su contrato para hacerle ficha del primer equipo y con ello subir su cláusula de 20 a 80 millones. Sin embargo, por desgracia ese movimiento ha quedado más en un ejercicio de prevención realizado desde la dirección general de Mateu Alemany, que un ejercicio de confianza deportiva consensuada con Marcelino García. El club vio con temor la aparición del chico en la élite y no dejó abierta la posibilidad de que un gran club ejecutara los 20 millones de euros y se lo llevara durante estos meses, ya que si no lo blindaban antes del 31 de enero ya no podían hacerlo hasta el 1 de julio siendo muy posible que el jugador siguiera destapándose y con un Mundial sub-20 por disputar el próximo mes de mayo.

Casi dos meses después de ese movimiento, ha quedado comprobado que aquello se trató de una estrategia de club pero no al únisono con el entrenador, porque el entrenador no le ve hueco nunca. Desde el 29 de enero, día el que fue clave en la remontada ante el Getafe, el asiático sólo ha gozado de 14 minutos ante el Celtic. Siendo entendible que el entrenador tenga prioridades y jerarquías, es inentendible que no haya sido capaz de darle algún minuto más al jugador ante la acumulación de partidos que ha habido. Hay quien excusa al asturiano en que ahora mismo están Guedes y Cheryshev por delante, pero eso es una excusa barata porque el chico puede jugar tambien por derecha y de segundo punta. Y lo mejor de asunto, es que nadie pide que sea titularísimo, simplemente se pide que desde el banquillo haya un trato con algo más de tacto hacia el jugador. Que lo haga participe, que lo meta en alguna lista, que le de diez minutos en algún partido, que le de la opción de salir en un partido donde todo muere en las bandas y falta fútbol por dentro.

El chico ha demostrado que la camiseta no le pesa y la edad, recién cumplidos los 18, tampoco, pero necesita ir entrando y lo de los procesos de maduración es una milonga barata. Los buenos jugadores tiran la puerta abajo siempre que los pongan a jugar, y este es uno de esos casos por la personalidad y el talento del chico. No es ninguna broma que el Real Madrid estuvo a un paso de llevárselo hace dos años cuando Víctor Fernández, hoy entrenador del Zaragoza, lo fijó como uno de los grandes objetivos para la cantera madridista y Florentino Pérez ofreció un pacto al Valencia CF con una cantidad económica de por medio. Del mismo modo, que no es una broma que clubes como City o PSG están atentísimos al jugador por su talento y porque a nadie escapa que se trata de una  mina a nivel económico.

El Valencia CF sabe que empresas como LG, Hankook y Konami están a la espera de la explosión deifnitiva del jugador para apostar grandes sumas de dinero en patrocinios porque Kangin es sin duda la gran promesa del fútbol coreano. Su no participación en los últimos amistosos no es un fracaso porque para el chico ir con la absoluta ya ha sido el inicio de lo que esperan sea una gran carrera futbolística con su selección. El Valencia CF lo tiene en casa y lo triste es pensar que habiendo visto que vale se piense más en una cesión que en darle más continuidad para que explote en su casa, adoptiva, y en el club que le acoge desde los 10 años. La paciencia en estos casos puede ser buena o muy mala. El tiempo dirá.

Héctor Gómez / Tirbuna Deportiva

¿Paciencia con Kangin Lee?

El Valencia CF tiene desde hace años a uno de esos tesoros que buscan todos los clubes europeos en los últimos tiempos, un jugador asiático que tenga buen nivel deportivo y que le abra de par en par las puertas del mercado económico en auge de patrocinios más importante de los últimos años. Para el resto de España la aparición de Kangin Lee en la eliminatoria de Copa ante el Getafe fue un descubrimiento y en muchos casos una sorpresa porque no sabían de su existencia. Sin embargo, eso no ocurre ni en Valencia, donde la mayoría de la afición sabe que el chico viene rompiéndola desde hace años en las categorías inferiores, ni mucho menos es desconocido para las secretarías técnicas de los clubes más importantes del mundo.

Kangin llegó a Valencia a los diez años buscando una prueba en el club tras haber ganado un reality televisivo en su país que fue seguido por millones de coreanos. Su familia vendió todo para poder venir a Valencia y buscar el sueño de su hijo, que no es otro que ser futbolista profesional. Ese sueño ya es una realidad de manera firme desde el pasado 30 de enero cuando el Valencia CF ejecutó una cláusula de su contrato para hacerle ficha del primer equipo y con ello subir su cláusula de 20 a 80 millones. Sin embargo, por desgracia ese movimiento ha quedado más en un ejercicio de prevención realizado desde la dirección general de Mateu Alemany, que un ejercicio de confianza deportiva consensuada con Marcelino García. El club vio con temor la aparición del chico en la élite y no dejó abierta la posibilidad de que un gran club ejecutara los 20 millones de euros y se lo llevara durante estos meses, ya que si no lo blindaban antes del 31 de enero ya no podían hacerlo hasta el 1 de julio siendo muy posible que el jugador siguiera destapándose y con un Mundial sub-20 por disputar el próximo mes de mayo.

Casi dos meses después de ese movimiento, ha quedado comprobado que aquello se trató de una estrategia de club pero no al únisono con el entrenador, porque el entrenador no le ve hueco nunca. Desde el 29 de enero, día el que fue clave en la remontada ante el Getafe, el asiático sólo ha gozado de 14 minutos ante el Celtic. Siendo entendible que el entrenador tenga prioridades y jerarquías, es inentendible que no haya sido capaz de darle algún minuto más al jugador ante la acumulación de partidos que ha habido. Hay quien excusa al asturiano en que ahora mismo están Guedes y Cheryshev por delante, pero eso es una excusa barata porque el chico puede jugar tambien por derecha y de segundo punta. Y lo mejor de asunto, es que nadie pide que sea titularísimo, simplemente se pide que desde el banquillo haya un trato con algo más de tacto hacia el jugador. Que lo haga participe, que lo meta en alguna lista, que le de diez minutos en algún partido, que le de la opción de salir en un partido donde todo muere en las bandas y falta fútbol por dentro.

El chico ha demostrado que la camiseta no le pesa y la edad, recién cumplidos los 18, tampoco, pero necesita ir entrando y lo de los procesos de maduración es una milonga barata. Los buenos jugadores tiran la puerta abajo siempre que los pongan a jugar, y este es uno de esos casos por la personalidad y el talento del chico. No es ninguna broma que el Real Madrid estuvo a un paso de llevárselo hace dos años cuando Víctor Fernández, hoy entrenador del Zaragoza, lo fijó como uno de los grandes objetivos para la cantera madridista y Florentino Pérez ofreció un pacto al Valencia CF con una cantidad económica de por medio. Del mismo modo, que no es una broma que clubes como City o PSG están atentísimos al jugador por su talento y porque a nadie escapa que se trata de una  mina a nivel económico.

El Valencia CF sabe que empresas como LG, Hankook y Konami están a la espera de la explosión deifnitiva del jugador para apostar grandes sumas de dinero en patrocinios porque Kangin es sin duda la gran promesa del fútbol coreano. Su no participación en los últimos amistosos no es un fracaso porque para el chico ir con la absoluta ya ha sido el inicio de lo que esperan sea una gran carrera futbolística con su selección. El Valencia CF lo tiene en casa y lo triste es pensar que habiendo visto que vale se piense más en una cesión que en darle más continuidad para que explote en su casa, adoptiva, y en el club que le acoge desde los 10 años. La paciencia en estos casos puede ser buena o muy mala. El tiempo dirá.

Héctor Gómez / Tirbuna Deportiva

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